jueves, 15 de marzo de 2007

26 días

Ese es el tiempo que llevo en Veracruz y ese es el tiempo que me tardé en tener mi primer encuentro con la policía jarocha (chale, eso suena como posición sexual).

Y sí, venía regresando del cumpleaños de la Hilton con Ms. Corleone y otros dos amigos de ella en su automóvil, cuando de repente nos dimos cuenta de que la calle en la que veníamos, una calle amplia, con autos estacionados en ambos lados de la banqueta y en ambos sentidos, era una calle de un solo sentido y veníamos en contra. A todo esto, es una calle que Ms. Corleone jura que siempre ha sido de doble sentido, o que por lo menos toda la veracruzanada así la utiliza, pero aparentemente le acaban de pintar unas flechitas pedorras en el asfalto, que en la noche ni se ven y que además están cada tres cuadras, o sea que no las puedes ver bien, que de hecho no las vimos hasta que ya habíamos avanzado un buen tramo. Lo malo es que una patrulla también nos vio y prendió la torreta, pensando que solo nos iba pedir que nos desviáramos, dimos vuelta en una calle y proseguimos el camino, pero el modafaquer nos siguió e hizo que nos detuviéramos. El tipo ni siquiera era tránsito, sino un policía normal, empezó todo mamón y prepotente diciendo que si no sabíamos transitas, que si éramos ignorantes, que preguntáramos (a las 11 de la noche a quién le vamos preguntar, pendejo), le pidió la licencia a Ms. C y se puso a apuntar quien sabe cuánta babosada. Corte A: Este tipo dándonos vueltas y haciéndola de tos que si le llamaba a tránsito nos iban a poner una multa de 300 pesos, que nos iban a detener el carro (por una pinche falta tan simple como ir en sentido contrario en una callecita de fraccionamiento, no mames), que si él tenía educación, que si la madre. Aclaro, veníamos del cumpleaños de la Milton, pero veníamos bien, Ms. Corleone está enferma y no puede tomar, yo venía de copiloto y me había tomado dos whiskys, los otros dos chavos que venían atrás, uno no tomó y el otro se tomó un whisky, así que por esa cuestión no podía ni asustarnos.

Nos tuvo ahí por espacio de mínimo 20 minutos, cosa que nos irritó, y cada que hablábamos (siempre con respeto, aunque no se lo merecía) nos decía que lo trataramos con respeto, que el no debía nada, que nunca nos pidió dinero (¿quién chingaos menciono el dinero? Ese idiota fue quien lo hizo) Así que nos desesperamos y le dijimos, “Bueno ya, si le va a hablar a tránsito hábleles ya y pagamos la multa, ni modo” ante lo cual, el sargento sensibilidad se ofendió y nos dijo que lo estábamos agrediendo con nuestras palabras y nuestro tono de hablar. Ms. Corleone estaba a punto de explotar del coraje y el resto de nosotros no sabía si reír o llorar del coraje. Al fin se dio cuenta de que ni nos iba a sacar nada, ni podía hablarle a tránsito (ya habían pasado por lo menos 20 minutos, y aparte, si yo fuera un tránsito y me llaman para decirme que habían entrado en contra en una callecita, le rompo la madre al pendejo que está desperdiciando mi tiempo) así que nos dejo ir, recordándonos antes de que es la primera vez que ayudaba a alguien, cuando minutos antes había dicho que uno de sus propósitos de año nuevo (joto) era no quebrantarse (sepa la madre que chingaos quiere decir eso). Total, luego de habernos dicho ignorantes, que no sabía qué estábamos haciendo con nuestros estudios, que pensábamos que por ser influyentes podíamos quebrar la ley (de nuevo, de donde chingaos sacó esas ideas, pinche vato mariguano acomplejado) nos dijo que debíamos aprender a tratar y a respetar a la autoridad. K huevos de cabrón.

Bueno, lo más cagado es que contra todos los pronósticos, mi primer altercado con la policía de Veracrú no fue con el señor Camilo, sino con la tranquila, apacible y muy enferma Ms. Corleone. ¿Quién ganó la quiniela?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Kike:
La liebre salta donde menos se la espera uno. Tómalo en cuenta. Es parte de la experiencia y lo bueno es que no pasó a mayores. Sigo creyendo que escribes muy bien. Disfruta la vida y cuídate. Un abrazo. Tu pa'

Anónimo dijo...

Umh... no cabe duda que tu pa, tu hermana y yo somos asiduos visitantes de este blog -por lo menos, no podemos dejar de escribirte algo casi cada vez que nos asomamos o que pones algo nuevo-. Como dice tu papá, que bueno que no pasó a mayores el incidente con el sargento sensibilidad, pero cuídate todo lo que puedas; nos consta que en materia de tránsito esa ciudad es un desmadre. Besos, tu mamá

Anónimo dijo...

hola hermano!!! como estas? ojala qe feliz por la victoria del america...a wevo!! vdd?
qe mala onda la experiencia con el poli, pero por lo menos ya lo puedes recordar como algo gracioso (a mi me dio mucha risa)...
ps aqi nomas te escribo para decirte qe te extraño mucho y qe ojala no te olvides de nosotros...
te qeremos mucho y a ver si escribes algo pronto. :) Abrazo.